Sonar los mocos: ¿Lo hacéis de forma correcta?

2024-04-10T10:34:21+00:00mayo 7th, 2024|

Cuando estamos resfriados o con gripe, solemos tener congestión nasal, uno de los síntomas más incómodos y complicados de sobrellevar, y solo hacemos que intentar, por todos los medios, eliminar la molesta mucosidad.

Aunque lo principal es deshacernos de ella, en muchas ocasiones puede que no estemos siguiendo correctamente los pasos a seguir para ello, y podamos generar otros problemas.

Desde Pharysol, os explicamos por qué es importante no sonarse de forma intensa la nariz o tragarse la mucosidad, qué efectos puede producir esto, y cómo podemos sonar los mocos y eliminar la mucosidad de forma correcta.

¿Por qué se acumula mucosidad en la cavidad nasal cuando tenemos una infección respiratoria?

La cavidad nasal, el interior de nuestra nariz, se halla recubierta por mucosas en las que se hallan gran cantidad de capilares sanguíneos y cilios (comúnmente conocidos como vello nasal o pelos de la nariz).

Los cilios y mucosas tienen como objetivo filtrar el aire que entra del exterior (atrapando los posibles elementos patógenos, como virus, bacterias, sustancias tóxicas o alérgenos), humidificarlo y calentarlo.

Cuando las mucosas se hallan repletas de estos elementos, los vasos sanguíneos aquí situados hacen llegar células inmunitarias a la zona afectada, produciendo inflamación y mayor producción de moco, situaciones desfavorables para los atacantes, que quedan atrapados.

Cuando la infección es importante, la cantidad de moco puede ser muy elevada, y con ello, complicarse su expulsión.

¿Por qué es malo sorber los mocos y reintroducirlos?

La mucosa nasal cuenta con vellosidades que filtran el aire y atrapan a los microorganismos y sustancias potencialmente patógenas para nuestro organismo. Si existe una infección, se genera una vasodilatación para movilizar defensas hacia el lugar, lo que genera inflamación y mayor secreción de mucosidad para eliminar al patógeno.

Cuando existe un exceso de mucosidad, esta puede acabar desplazándose hacia la garganta (goteo posnasal).

Al no poder eliminar la mucosidad por la nariz, a causa de la congestión, la mucosidad baja por la garganta, quedando aquí. Estas flemas deben eliminarse por la boca, ya que si las volvemos a sonar y a tragar podemos empeorar el problema.

Si no eliminamos la mucosidad ni por la nariz (sonándonos) o por la boca echando las flemas, y las volvemos a dejar bajar, la infección permanece dentro del cuerpo durante más tiempo e incluso puede expandirse, empeorándose la situación.

En definitiva, si volvemos a sorber y aspirar los mocos, estamos yendo en contra del objetivo por el cual aparecen, que es eliminar la amenaza.

¿Qué efectos puede tener para nuestra salud sonar los mocos de forma incorrecta?

La mucosidad puede ser más líquida o más espesa, dependiendo de la infección. Muchas veces podemos tender a tragar la mucosidad y pasarla a la garganta o incluso al sistema digestivo, o sonarnos muy fuerte cuando tenemos la nariz taponada (cuando la mucosidad es muy espesa).

Más allá de que si tragamos la flema podemos tener molestias en la garganta, tragar la mucosidad puede ser perjudicial por el hecho de que estamos introduciendo estos elementos patógenos en nuestro organismo, y al llegar al sistema digestivo, donde se procesa, podemos tener náuseas, diarreas, vómitos, distensión o malestar digestivo.

Por otra parte, al igual que os contamos en el post sobre el peligro de parar un estornudo, si apretamos o hacemos esfuerzos al sonarnos la mucosidad, caemos en el riesgo de romper alguno de los numerosos capilares sanguíneos que aquí se encuentran, y que pueden comunicar con importantes órganos, como el encéfalo.

¿Cómo podemos sonar los mocos de forma correcta?

Cuando tratamos de eliminar la mucosidad de la nariz, tendemos a apretarla con nuestros dedos y expulsar aire, sin embargo, no es la mejor forma de hacerlo.

Es muy importante que al limpiar la nariz, no se traten las dos fosas nasales a la vez, sino una a una, para poder eliminar la mayor cantidad de mucosidad de cada una de ellas.

Asimismo, la mejor manera de limpiar la cavidad nasal es mediante lavados nasales (sin corticoides) y haciendo vahos, para así humidificar y reblandecer la mucosidad, y facilitar su expectoración.

También es fundamental beber mucha agua y tomar alimentos que faciliten la expectoración, como las verduras y frutas ricas en agua, y la miel o el jengibre.

¿Cómo podemos evitar un exceso de mucosidad y los efectos de aspirarla de nuevo?

Como hemos comentado, la mucosidad es una barrera defensiva de nuestro organismo, mediante la cual se atrapan los patógenos y se eliminan cuando esta se expulsa.

Siempre contamos con moco para mantener los tejidos hidratados y protegidos, sin embargo, un exceso de él puede ser provocado por múltiples causas, entre ellas las infecciones respiratorias o las alergias.

La primera manera de evitar un exceso de mucosidad y aspirarla, es, sencillamente, evitar la causa que la provoca, es decir, prevenir infecciones y alérgenos. Para ello deberemos limpiar y ventilar los espacios, cuidar la higiene y distanciarnos de focos de contagio o alergia.

Más allá de esto, existen múltiples maneras efectivas de eliminar las flemas, tales como:

  • Beber abundante agua para despegar la mucosidad e hidratar las mucosas.
  • No evitar la tos, ya que es un excelente método para expulsar las secreciones.
  • Cuando la flema llegue a la garganta porque el cuerpo desea eliminarla, escupirla.
  • Tomar baños y duchas calientes, así como hacer vahos, puesto que ayudan a la descongestión, especialmente si se realizan con plantas como el eucalipto o la menta.
  • Sonar la nariz siempre primero una sola fosa nasal y luego la otra. Efectuar limpiezas nasales.
  • Evitar sustancias irritantes que pueden producir que el cuerpo produzca más mucosidad (como el humo, químicos etc.).
  • Seguir una dieta rica en frutas y verduras, alimentos ricos en agua y vitaminas y minerales, que ayudan a tener menos problemas respiratorios. Asimismo, evitar las comidas copiosas o fuertes, ya que el reflujo gástrico se relaciona con mayor producción de flemas.

Pañuelos para la congestión nasal

Aunque hoy en día, cada vez más en el mundo de la moda, veamos el uso de pañuelos a modo de complemento, su gran utilidad es en caso de congestión nasal.

Es más que aconsejable, contar siempre con algún tipo de pañuelo en nuestro bolso o bolsillo para prevenir cualquier ataque de mucosidad que pueda incomodarnos el resto del día si no podemos sonarnos.

Además, si optamos por la modalidad de tela en el caso de los hombres, podremos usarlo también como un bonito complemento en la solapa de las chaquetas.

Pero ¿por qué puede aparecer esta congestión nasal? La verdad es que las causas son muchas y muy variadas, aunque hay algunas más frecuentes que otras.

Por ejemplo, durante la época primaveral, si eres de las personas que sufren alergias podrás moquear prácticamente durante todo el día, provocando una incomodidad muy grande.

También son muy típicos los procesos catarrales y gripes que van asociados a los cambios de temperatura y a estaciones frías como el invierno; aunque suelen durar desde un par de días hasta una semana, durante este tiempo resultarán verdaderamente incómodos.

También puede darse el caso de personas que sufren habitualmente de leve mucosidad, ya sea porque padecen una enfermedad crónica o porque tienen algún tipo de inflamación nasal que les produce mocos de manera constante.

Tipos de pañuelos para sonarse la nariz

En el mercado encontramos disponibles diferentes tipos de pañuelos para mocos.

Por un lado, los clásicos kleenex de papel de usar y tirar, que vienen un formato muy cómodo para llevar encima en el día a día.

También encontramos cajas con pañuelos de papel, de las cuales podemos ir cogiendo según nuestras necesidades pero que no son tan cómodas para llevar encima sino, más bien, para tener al alcance de nuestra mano en casa, el coche o el lugar de trabajo.

Estas dos opciones son muy cómodas, ya que estos pañuelos no necesitan ser lavados después de su uso. Pero el problema que ocasionan muy frecuentemente con su repetido uso es una erosión sobre las células de nuestra piel. Este pañuelo suele irritar nuestra piel y provocar úlceras y heridas, algo muy molesto e incómodo.

Y, para los más clásicos, existen los pañuelos de tela. Esta opción es la más respetuosa con la piel de nuestra nariz. Evita que cause el pañuelo irritación en la nariz porque la tela no es tan erosiva sobre las células de la piel como lo puede ser el papel. El inconveniente en muchos casos es que, al no ser de un solo uso, tenemos que llevar encima los microorganismos que han quedado adheridos a los mocos y lavar el pañuelo después de cada día a una elevada temperatura para deshacernos de cualquier microorganismo allí presente.

Si queréis saber más acerca de cómo cuidar vuestra salud de forma natural, os recomendamos seguir los artículos de nuestro blog, y os invitamos a conocer nuestros productos con ingredientes de origen natural.

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