Por qué se te tapan los oídos con la congestión nasal

2024-09-30T11:49:39+00:00octubre 16th, 2024|

Seguro que tú también has sentido alguna vez los oídos tapados cuando estás resfriado. Y más aún si también tenías la nariz congestionada. Es una sensación desagradable como de notar un zumbido dentro del oído o de no poder oír con claridad. ¿Sabes a qué se debe?

Oídos taponados por un resfriado

Para empezar, debes saber que los oídos, la nariz y la garganta están conectados a través de un conducto denominado trompa de Eustaquio. Su función es drenar el moco que se produce en los oídos de forma natural.

Pero, cuando estamos resfriados, la mucosidad acumulada en la nariz y la garganta puede desplazarse por este canal y acumularse en el oído medio. Incluso cuando no hay mocos en los oídos, basta que el catarro provoque la inflamación del conducto para que este se obstruya.

Otra cosa más: también hay una estrecha relación entre la forma de estornudar y los oídos con mocos. Si sueles contener los estornudos, deja de hacerlo. Lo único que consigues es que las mucosidades se trasladen al fondo de la nariz y de ahí a la trompa de Eustaquio, con el consiguiente riesgo de afección para los oídos.

Algunos niños y niñas son más despistados, imaginativos o tienen más problemas de falta de atención que pueden hacer que a veces sintamos que le hablamos a la pared.

Sin embargo, en otros casos el hecho de que nuestro hijo o hija no nos escuche puede ser derivado de un problema de audición, como por ejemplo una acumulación de mucosidad en el conducto auditivo, a lo que se denomina otitis serosa u otitis secretora.

Desde Pharysol os explicamos en qué consiste la otitis secretora, cuáles son sus causas, síntomas y consecuencias, y cómo podemos prevenirla y tratarla.

¿Qué es la otitis secretora?

La otitis secretora es una otitis, infección en el oído, producida por una acumulación excesiva de secreciones o líquido (normalmente mucosidad) en el oído medio.

¿Cuáles son las causas de la otitis secretora?

Obstrucciones debidas a infecciones gripales

Aunque la causa principal es de índole estacional, esto es, la mayor posibilidad de padecer infecciones respiratorias debido al frío, que causan mucosidad y que debido a una mala ventilación del conducto puede quedar retenida, existen otras causas que pueden estar detrás de una otitis secretora.

Obstrucciones en la Trompa de Eustaquio

Otra posible causa es cualquier obstrucción localizada en la Trompa de Eustaquio (conducto que conecta el oído medio con la parte posterior de la nariz).

Cabe destacar que en edades pediátricas, donde cursa más este tipo de problemas, las Trompas de Eustaquio se hallan prácticamente horizontales, mientras que a medida que se crece estas se van colocando de forma oblicua. Esta situación de las trompas, unida por ejemplo, a la disposición anatómica de estas, como un conducto estrecho, puede facilitar el paso de la mucosidad hacia al oído y ahí quedar bloqueado.

Obstrucciones por vegetaciones o infección

Siguiendo esta consideración, otra causa muy frecuente de otitis secretora es la hipertrofia (excesiva presencia o tamaño) de las vegetaciones o adenoides (también conocidas comúnmente como carnots). Las vegetaciones son el tejido situado al final de las fosas nasales. De ser excesivamente cuantiosas o grandes, dificultarán la salida de la mucosidad.

Finalmente, otra causa posible puede ser una otitis media aguda mal curada, que provoque taponamiento por infección, o una alergia.

¿Cuáles son sus síntomas?

Entre los síntomas principales de una otitis secretora encontramos los siguientes:

  • Sensación de congestión en el oído y taponamiento.
  • Oír un chasquido o sonido al tragar o mover la mandíbula.
  • Pérdida de audición.

La otitis secretora por sí misma no causa dolor ni molestias, por lo que puede pasar inadvertida. Sin embargo, de aparecer dolor, supuración de líquido, molestias, enrojecimiento, inflamación o pus, esto será un indicativo de que esta ha pasado a ser una otitis media aguda o incluso que se ha producido una perforación timpánica.

¿Cómo podemos identificar, prevenir y tratar la otitis secretora?

Diagnóstico

Como hemos comentado, debido a los síntomas leves que produce, esta afección puede no percibirse por parte de los niños ni los padres. A pesar de ello, es fácilmente detectable y difícil de pasar desapercibida en una revisión otológica.

Para comprobar la existencia de otitis el médico realizará una timpanometría, con el objetivo de conocer si existe líquido en el oído.

Tratamiento y prevención en casa

Aunque en la mayoría de los casos, esta otitis puede mejorar sin tratamiento, la mejor medida de tratamiento y prevención es la limpieza nasal correcta y continua con productos, más recomendablemente, de origen natural como el agua marina.

Es importante de igual forma que tratemos los catarros y vigilemos las vegetaciones, y en el caso de precisarlo, consultar su extirpación.

Otro punto a tener en cuenta es no automedicar antibióticos y tratar de subir la presión del oído mediante la maniobra de Valsalva (cerrando la boca y apretando las alas nasales mientras se intenta sacar aire por la nariz).

De persistir los síntomas durante más de un mes, el médico podrá realizar una miringotomía (abertura del tímpano para drenar) o colocar tubos de ventilación.

Frenar la congestión nasal

Lo normal es que la congestión nasal remita por sí sola en unos días, según te vayas recuperando del resfriado. No obstante, también hay algunas medidas que puedes tomar para hacerle frente.

  • Lo primero es mantener las cavidades nasales libres de mucosidad. Para poder eliminar el moco con facilidad, este debe estar lo más diluido posible. Beber abundantes líquidos y tomar vahos de eucalipto son dos medidas totalmente naturales que pueden ayudarte.
  • Tomar una ducha caliente tiene un efecto parecido a tomar vahos de eucalipto. El hecho de estar en un ambiente cálido y húmedo contribuye a despejar los conductos nasales y a eliminar la mucosidad que presiona los senos nasales.
  • Las infusiones de hierbas también pueden ayudarte a destapar la nariz. Una que funciona bien es la de salvia, laurel y canela. Si te parece que tiene un sabor muy fuerte, puedes limitarte a respirar los vahos.
  • Ciertos alimentos tienen propiedades beneficiosas que son de gran utilidad en procesos catarrales y gripales. El vinagre de manzana y la miel, por ejemplo, son grandes antisépticos. Tomar un par de cucharadas de cada uno diluidas en un vaso de agua dos o tres veces al día te ayuda a combatir las infecciones causantes de la congestión.
  • Las comidas picantes, por su parte, aunque no tienen propiedades medicinales por sí mismas, sirven para fluidificar las secreciones. Esto te ayudará a eliminarlas y a reducir la presión que ejercen sobre los senos nasales.
  • Haz ejercicio. Aunque no suele apetecer, porque la nariz congestionada dificulta la respiración y aumenta el cansancio, lo cierto es que el ejercicio físico es un descongestionante natural. El mero hecho de aumentar el ritmo cardíaco hace que sea mucho más fácil eliminar el moco.
  • Por último, si tu rinitis se debe a un proceso infeccioso, es aconsejable tomar ciertas precauciones como cambiar la ropa de cama a diario. De este modo evitarás estar en contacto con los microorganismos causantes de la infección.

Como ves, hay muchas formas de hacer frente a la molesta congestión nasal sin necesidad de recurrir a medicamentos. Si quieres frenar la congestión nasal de forma rápida y seguir cuidándote de forma natural, te recomendamos Pharysol Sinus.

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