Con la llegada del frío, comienzan a aparecer los primeros estornudos, la congestión nasal y el dolor de garganta. Si a estos síntomas, además, se unen otros como fiebre, dolor muscular o dolor de cabeza, es muy probable que estemos atravesando un proceso gripal. Para tratarlo, es importante acudir al médico, que será el encargado de prescribirnos algunos medicamentos para aliviar el malestar y acelerar el proceso de curación. Mientras tanto, echar mano de alguno de estos remedios naturales para la gripe pueden ayudarte a encontrarte mejor. Toma nota.
Remedios caseros para el resfriado y la gripe
Té de limón con miel. La vitamina C puede ayudar a reducir la duración de la gripe, ya que actúa reforzando nuestro sistema inmunológico. De esta forma, un buen remedio natural para la gripe puede ser el té de limón con miel, que nos ayudará a descongestionar la nariz y la garganta y a mejorar nuestra respiración.
Vahos de eucalipto. Los vahos de eucalipto son una opción excelente para abrir las vías respiratorias, ayudarnos a expectorar toda la mucosa y aliviar el dolor de garganta. Para hacerlos, solo necesitas una olla grande que te permita inspirar bien, una toalla, agua y eucalipto (puedes comprar algunas hojas secas en el herbolario o la farmacia).
Infusión de jengibre. El jengibre posee propiedades analgésicas, antipiréticas y antibacterianas y algunas investigaciones apuntan a que ayuda a equilibrar el sistema inmune y restaurar su funcionamiento. Además, el jengibre favorece la eliminación de radicales libres y tiene propiedades antiinflamatorias, por lo que una buena taza de té de jengibre reduce la tos y la mucosidad en los cuadros gripales y resfriados.
Té verde. Según un estudio realizado en Japón, el té verde contiene catequinas, unas sustancias con propiedades antivirales que ayudan a combatir la gripe. La mejor manera de consumirlo para este fin es haciendo gárgaras para que la garganta quede bien expuesta a sus efectos.
Aceites esenciales. Los aceites esenciales como la menta, el árbol de té, el pino, el romero, la lavanda, la salvia o el jengibre pueden ayudar a prevenir la gripe y los resfriados, pero también a combatirlos. Por eso, ante los primeros síntomas de la gripe o de resfriado, pueden tomarse baños calientes y aromáticos con unas gotas de cualquiera de los aceites anteriormente mencionados.
Sauco. El árbol de sauco contiene ácido salicílico, una sustancia muy semejante a la que llevan las aspirinas, y sambucol, que combate la infección del virus de la gripe. Por ello, una infusión de corteza y bayas de sauco te ayudará a mejorar el dolor y la fiebre y hará que te recuperes más rápido del proceso gripal.
Caldo de pollo. Rico en vitaminas A, C y E, el caldo de pollo ayuda a nuestro sistema inmune a mantenerse resistente. Además, una taza de caldo de pollo nos aporta sodio, el cual ayuda a la regulación de la temperatura corporal, por lo que puede ser útil en casos de fiebre.
Legumbres. Ricas en antioxidantes, el consumo de legumbres nos ayuda a reducir las toxinas que provoca la infección, además de a fortalecer nuestro sistema inmune. Durante los procesos gripales, comer legumbres puede ayudarnos a acortar la duración de la enfermedad.
Otras cosas que pueden mejorar los síntomas de la gripe
Los productos Pharysol combinan ingredientes naturales seleccionados con un inteligente mecanismo de acción para aliviar el dolor de garganta al instante, calmar la tos y ayudar a eliminar la mucosidad, y descongestionar la nariz y eliminar virus y bacterias. Si estás experimentando un proceso gripal o atraviesas un resfriado, estos productos pueden ayudarte a sentirte mucho mejor. ¿A qué esperas para probarlos?
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