Las ojeras, esas, para muchos, antiestéticas zonas azuladas o lilosas bajo la fina piel del contorno de los ojos, suelen relacionarse con falta de sueño, cansancio o haber tenido algún que otro mal hábito, sin embargo, pueden aparecer por otros motivos, por ejemplo, los problemas nasales.
Desde Pharysol os explicamos qué son las ojeras, por qué pueden aparecer en casos de gripes, resfriados o alergias y cómo podemos actuar al respecto.
¿Qué son las ojeras?
Denominadas en vocabulario médico “hipercromía idiopática del anillo orbitario”, las ojeras son una alteración de la coloración de la piel que se ubica debajo de los ojos, debido a una producción de melanina o por la dilatación de los capilares sanguíneos cercanos a la superficie cutánea.
¿Por qué en los casos de gripe, resfriado o alergia pueden aparecer ojeras?
Para entender por qué aparecen las ojeras es importante que recordemos qué sucede en nuestra cavidad nasal cuando sufrimos un proceso gripal, catarral o alérgico.
El interior de nuestra nariz está recubierto por mucosas y cilios (los vellos de la nariz), cuya función es filtrar el aire que llega del exterior, evitando que microorganismos, como bacterias o virus, elementos patógenos o alérgenos (como pueden ser el polen o los ácaros, por ejemplo), entren en nuestro organismo y nos dañen, al retenerlos.
Cuando estos elementos son muy cuantiosos, se produce una infección, por lo que se activa el mecanismo defensivo del cuerpo, aumentando la mucosidad, la circulación sanguínea y la vasodilatación de los vasos capilares de la nariz, para que las células inmunitarias puedan acceder a la zona.
Debido a este mayor aporte sanguíneo a la zona para que las defensas lleguen, se produce una inflamación, y la sangre de los vasos sanguíneos es más cercana a la piel.
La piel de alrededor de los ojos es muy clara y fina, y las venas, de color azul, al estar más cerca de la superficie, aportan ese color azul de las ojeras.
¿Cómo podemos actuar en estos casos?
En primer lugar, para mejorar el aspecto de las ojeras y también sentirnos mejor, deberemos actuar en el origen del problema, la infección o alergia.
Para ello, deberemos actuar sobre la congestión nasal, para liberar la carga de mucosidad y la necesidad de aporte sanguíneo.
Para ello es recomendable que bebamos mucha agua y comamos muchos alimentos ricos en ella (para fluidificar el moco), hagamos vahos de eucalipto y menta, con grandes propiedades expectorantes y realicemos lavados nasales con descongestivos, no corticoides y sobre todo que no cuenten con vasoconstrictores, ya que esto agravaría las ojeras.
Finalmente, también es bueno descansar (boca arriba y con almohada) y alimentarnos adecuadamente, y de ser preciso, poner hielo o alguna sustancia hidratante y fría (como el famoso pepino) para mejorar la vasodilatación que las produce, ya que el frío es vasoconstrictor.
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