Bronquiolitis, qué es y cómo debe tratarse

2018-11-14T15:27:35+00:00octubre 11th, 2018|

Llega el otoño, bajan las temperaturas y los padres comenzamos a preocuparnos por la famosa bronquiolitis, una enfermedad que cada año, en España, afecta a uno de cada tres lactantes menores de doce meses. Pero ¿qué es? ¿Cuáles son sus síntomas? ¿Cómo puede tratarse? Tus preguntas tienen respuesta y vamos a dártelas a continuación.

Efectivamente, entre noviembre y marzo, la bronquiolitis es el fantasma más temido entre los papás de bebés de hasta dos años. Se trata de una infección de las vías respiratorias diminutas (bronquiolos). El cuadro viral resultante tiene como síntoma principal una obstrucción de los bronquiolos que produce sibilancias en el pecho y dificultad para respirar. A ello se suman mocos y, a veces, fiebre.

Comienza como un resfriado más, con tos y mocos, con o sin fiebre. Pero, atención: es muy importante distinguir una y otra afección lo antes posible. La diferencia sustancial es que a las 48 o 72 horas, cuando se supone que la sintomatología típica de un resfriado aminora, el paciente presenta dificultad respiratoria y fatiga. Esta es la principal señal de alarma, por la que la consulta pediátrica se torna inminente.

Por otra parte, se diferencia de la bronquitis porque esta produce inflamación de la mucosa de los bronquios grandes y tos con o sin expectoración durante no más de dos semanas. Su cuadro también se suele confundir con una neumonía, aunque esta se caracteriza por fiebres altas.

Cómo curar la bronquitis: tratamiento estándar y natural

En la mayoría de los casos, para tratar esta enfermedad se procede a tomar medidas de soporte. ¿Cuáles son?

  1. Correcta hidratación. Por vía oral, se ofrece al pequeño algunos sorbos de líquido por intervalos. Si el peque en cuestión tiene problemas para respirar puede llegar a necesitar hidratación por vía intravenosa.
  2. Lavados nasales. Se realizan con suero fisiológico y alivian la congestión nasal. Productos creados a base de ingredientes naturales como Pharysol Sinus pueden ayudarte también con la congestión nasal.
  3. Antitérmicos. Aunque no siempre da fiebre.
  4. Posición semiincorporada. Se colocan algunas almohadas extra tras la espalda, para que el niño no quede en posición horizontal cien por cien. Ello facilita la respiración.
  5. Mascarilla de oxígeno. A los lactantes que no saturan bien (menos del 95 %) se les administra oxígeno.
  6. Uso de broncodilatadores inhalados. No está indicado de manera rutinaria, aunque puede resultar favorable en algunos casos.

Tratamiento natural para la bronquiolitis: ¿qué suma a lo acostumbrado?

Antes de tomar decisiones por tu cuenta, consulta al pediatra y asegúrate de que nada de lo que hagas ponga en mayor riesgo la salud del niño.

  1. Fisioterapia respiratoria. No se recomienda de manera rutinaria, pese a que contribuye a eliminar la mucosidad.
  2. Baños de vapor. Ayudan a liberar las vías respiratorias a través de la eliminación de los mocos.
  3. Infusión de sauco. Añadir dos cucharaditas de flor de sauco a una taza de agua hirviendo. Dar de beber al niño tres veces al día.
  4. Eucalipto. Echar cuatro cucharadas de hojas de eucalipto a dos tazas de agua hirviendo. Se inhala el vapor que libera y esto acelera la descongestión.

En resumen, la bronquiolitis se inicia con un resfriado que se agrava al comprometer la normal respiración. Por ello, ante pitidos al respirar, la consulta pediátrica no debe hacerse esperar, ya que su diagnóstico y tratamiento precoz son claves. Tenlo siempre presente.

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