Las vitaminas son sustancias inorgánicas que se encuentran en los alimentos. Su consumo es fundamental para mantener un buen estado de salud y prevenir enfermedades, algunas leves como el resfriado, y otras de carácter más grave. Hoy vamos a descubrirte cómo pueden ayudarte las principales vitaminas a evitar que este invierno caigas enfermo.
Vitaminas para prevenir el resfriado
Vitamina A. La vitamina A cumple una importantísima función: regular la producción y la actividad de los linfocitos T, las células de defensa de nuestro cuerpo que evitan que los virus y bacterias nos hagan enfermar. Además, esta ayuda a que las mucosas de las vías respiratorias se mantengan sanas, por lo que puede ser muy beneficiosa a la hora de prevenir resfriados. Pero ¿dónde podemos encontrarla? Principalmente en productos animales grasos como los huevos, el pescado azul y los lácteos enteros, además de en alimentos que contienen provitamina A, como las espinacas, el brócoli, la zanahoria o la calabaza.
Vitamina C. Diferentes estudios han puesto de manifiesto que un aporte adecuado de vitamina C ayuda a que los linfocitos T puedan desarrollar correctamente su actividad. Por su parte, una buena actividad de estas células de defensa puede ayudar a mejorar los síntomas y reducir la duración de los resfriados y otras infecciones de las vías respiratorias. Una buena fuente de vitamina C son las verduras, las hortalizas y la fruta.
Vitamina E. En la actualidad, sabemos que la vitamina E es un potente antioxidante natural que ayuda a que las células de defensa del organismo se mantengan sanas y activas. Además, está comprobado que ingerir una cantidad adecuada de vitamina E ayuda a disminuir las infecciones respiratorias y puede ser muy beneficiosa en el caso de las personas de edad avanzada que tienen las defensas bajas. Encontrarás el aporte de vitamina E que necesitas en los frutos secos, las verduras de hoja verde como las espinacas o el brócoli y el aceite de oliva virgen.
Vitamina D. Presente en el pescado azul, los huevos, los lácteos enteros y las setas, la vitamina D se sintetiza mediante la exposición moderada al sol. Su consumo está estrechamente relacionado con la protección frente a enfermedades respiratorias como el resfriado o la gripe. Tanto es así que una investigación japonesa demostró que un aporte adecuado de vitamina D durante los meses de invierno ayudaba a proteger contra la gripe al 40% de los participantes del estudio.
Vitaminas del grupo B. Las vitaminas B6, B12 y B9 (también conocida como ácido fólico) cumplen un papel fundamental en la formación del ADN y ayudan a mejorar la inmunidad ante resfriados y gripes. Además, el consumo de vitaminas del grupo B mejora los síntomas de estas infecciones respiratorias evitando posibles complicaciones. Si quieres asegurarte el aporte necesario de estas vitaminas, deberás consumir cereales integrales, legumbres, pescado, verduras de hoja verde y frutos secos.
Por último, es importante que recuerdes que las vitaminas son nutrientes esenciales que, como has visto, se encuentran en los alimentos de forma natural. Si consideras que podrías necesitar un complemento vitamínico, lo recomendable es que lo consultes antes con tu médico.
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