Mantener un ambiente húmedo con un humidificador ayuda a respirar y a no castigar la garganta más de la cuenta. Debido a las condiciones climáticas y ambientales puedes padecer dolor de garganta con un gesto tan simple como respirar. Si vives en una zona de interior notarás una ligera disminución de la humedad en el ambiente, al igual que ocurre en las estaciones de verano o invierno.
Hay un gran número de personas que son sensibles a estos cambios y que sufren alergias, asma o experimentan otro tipo de dificultades respiratorias. Para combatir estas molestias es necesario el uso de humidificadores.
Qué es un humidificador
Si necesitas saber qué es un humidificador hay que empezar diciendo que se compone de un recipiente con un depósito de agua que se evapora a una determinada temperatura. El vapor de agua pasa al ambiente y se consigue inhalar con mayor facilidad.
Tipos de humidificadores
Vaporizadores o humidificadores de agua caliente
Se calienta el agua que depositas en el tanque hasta que hierve y se evapora humidificando el ambiente. En este caso puedes usar el agua del grifo, ya que al hervir los gérmenes son eliminados. Además, se pueden introducir esencias para que desprenda un agradable olor en la estancia.
Sin embargo hay una serie de desventajas en el uso de estos aparatos, ya que humedecen las paredes, existe la posibilidad de quemarse, es ruidoso, calienta la habitación y es mucho más lento. Además, requiere cierto tiempo porque primero tiene que hervir el agua. Son los menos utilizados, pues sus ventajas son menores.
El humidificador de vapor frío
Este tipo de humidificador, puede ser de mecha, o ultrasónicos. Los primeros hacen pasar el aire seco del ambiente por un filtro de mecha húmedo y un ventilador evapora esa humedad distribuyéndola. La ventaja es que el filtro retiene sedimentos y demás impurezas para que el aire esté limpio.
Los ultrasónicos cuentan con un transductor que hace que el agua vibre convirtiéndola en un vapor fino. Además, emiten iones negativos que atacan las partículas contaminantes del aire y lo mantienen limpio. Si eliges un humidificador de vapor frío deberás mantenerlo impoluto y cambiar el agua con frecuencia para no transferir bacterias al aire que respiras. Entre las ventajas destacan que son más rápidos, silenciosos y también desprenden aromas. No hay posibilidad de quemarse ni las paredes se cargan de humedad.
Beneficios de un humidificador para la salud
Tener un humidificador en el hogar te traerá infinidad de beneficios para la salud. El primero y principal es que se usa el humidificador para respirar mejor y tener una garganta hidratada, pero existen otros:
- La mayoría de ellos limpian de impurezas y microorganismos el aire que respiramos.
- Previene la sequedad nasal en personas con problemas asmáticos y dificultades respiratorias.
- Mantendrá tu piel más tersa e hidratada.
- Reduce el riesgo de infecciones y de contagio, puesto que los virus y bacterias viajan con mayor dificultad en un ambiente húmedo.
- Suaviza la voz al impedir que pase el aire seco por las cuerdas vocales.
- Al evitar la sequedad en boca, nariz y garganta, alivia tanto los ronquidos como su intensidad.
- Reduce los problemas de electricidad estática.
- Evita las grietas en la pintura de las paredes, cuadros o barniz del mobiliario de tu hogar.
Los pediatras recomiendan el uso de humidificadores para los más pequeños para que el aire que respiren sea menos agresivo para las vías respiratorias y no se les reseque piel y mucosas. De esta forma se mantiene una atmósfera adecuada. En definitiva, es un tipo de terapia natural que ayuda a prevenir y restablecer las condiciones de humedad tanto del ambiente como en el individuo de una manera natural.
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