Las propiedades de la regaliz para la tos

Cuando alguna vez has presentado un cuadro de tos, comienzas a reconocer las molestias que de él se derivan. Las causas de que esta aparezca pueden ser varias, desde el típico resfriado que se produce en la época invernal, hasta posibles infecciones producidas por la gripe estacional.

Complicaciones de la tos

Como sabes, la tos puede ser persistente, presentándose a veces ataques de la misma cuando hay indicios de una infección aguda de las vías respiratorias. Esta persistencia puede conllevarte a sentir nuevos síntomas aún más molestos, los cuales suelen complicar el cuadro de la enfermedad inicial.

En el fondo, la tos es un sistema de defensa de tu organismo, pero cuando esta no la puedes parar, las complicaciones consecuentes suelen ser un martirio:

Dolor en la garganta. Es normal que lo sientas durante periodos de tos aguda. Esta suele perdurar aproximadamente un mes, produciendo sequedad de garganta e inflamación.
Dolor en la caja torácica. Al toser mueves los músculos de la caja torácica, con lo que es normal que después de estar varios días tosiendo, empieces a resentir estos músculos, al igual que si te hubieses estado sobreejercitando.
Lesiones en los bronquios. El sobreesfuerzo al toser puede ocasionar lesiones, especialmente en los bronquios.
Dolor en el diafragma. La tos aguda puede provocar, en un lapso de pocos días, un esguince intercostal. Esto supone una ruptura de las fibras musculares derivado del esfuerzo ante una tos fuerte.
Cansancio. Ante todo esfuerzo, como en este caso implica toser, es común que sobrevenga el típico cansancio y, a su vez, la pérdida de capacidad para realizar las actividades habituales diarias.
Dolor de cabeza. Ante un exceso de actividad física, el dolor cabeza suele hacer su aparición. En el caso de la tos, la consecuencia es la misma, sobre todo si su duración se prolonga demasiado.
Gran sudoración. Del mismo modo, quien realiza un esfuerzo físico tiende a sudar. Es así como los cuadros de tos pueden llegar a sofocarte.

Has podido comprobar que cualquier cuadro de tos, que en una primera impresión puede parecer inofensivo, te puede provocar peores consecuencias si no lo paras a tiempo.

Por esto, se ha conseguido encontrar un remedio que ayuda a calmarla. El regaliz para la tos ha demostrado ser efectivo, reduciendo así las consecuencias anteriormente citadas.

Regaliz para aliviar la tos

Que el regaliz cura la tos es algo que ya sabían nuestros antepasados, desde la Roma y la Grecia antiguas. Muchas veces, tenemos la percepción de este producto en forma de golosina o pastillas para la garganta, pero realmente proviene de una planta.

El regaliz calma la garganta, como ya describieron los antiguos en documentos que se han conseguido conservar hasta nuestros días. No solo alivia las enfermedades respiratorias, sino que su efecto sanador va más allá de los pulmones.

Sus propiedades ayudan a suavizar la tos e, incluso, la garganta. A esto se suma su capacidad antiinflamatoria, protegiendo así tus bronquios y todos los músculos que se activan durante un cuadro agudo de tos.

Desde antaño, preparaban esta planta en forma de infusión, donde podían ver sus rápidos beneficios. También se preparaban ungüentos que solían aplicarse sobre la piel, dado el poder antiinflamatorio del mismo.

Así que, como has podido ver, es posible recurrir a productos naturales para aliviar los síntomas de la tos. En civilizaciones anteriores tenemos el ejemplo de que en la naturaleza podemos encontrar el alivio de nuestras molestias.